La caída del cabello: un problema común

La mayoría de los hombres y mujeres presentan alguna forma de pérdida inusual de cabello en algún momento de su vida, ya sea de forma transitoria o permanente.

Ante este hecho existen dos posibles actitudes: la aceptación o el rechazo. Esta última, es la que genera uno de los motivos de consulta más frecuentes debido a la importancia cultural y social que ha adquirido el cabello en nuestra sociedad actual (cabello = belleza, juventud, personalidad, seguridad).


Cómo y por qué


Para entender por qué sucede esto, es importante aprender sobre el crecimiento normal del pelo.


El ciclo capilar no está sincronizado en los humanos, es decir que mientras algunos cabellos han parado de crecer y se acabarán cayendo, otros se encuentran creciendo.

«Aproximadamente el 90% del cabello está en continuo crecimiento. El otro 10% está en fase de reposo, que dura de dos a tres meses. Al final de la fase de reposo, el cabello se cae”.

En condiciones normales el pelo crece 1 centímetro por mes; en el cuero cabelludo tenemos entre 100 mil y 120 mil folículos que forman cada uno un pelo y normalmente se pierden entre 50 y 100 diariamente.

La fase de crecimiento es de duración variable (dependiendo de cada persona, del clima y época del año) y puede durar de 2 a 6 años, es por eso que ciertas personas pueden tener el pelo bien largo mientras que en otras la longitud del pelo tiene cierto límite.

Tratando rápidamente los primeros signos visibles de la caída, tendremos más posibilidades de mantener, por más tiempo, nuestro cabello fuerte y sano.


Tipos de alopecias


Las alopecias en su conjunto representan más del 8% de las consultas en dermatología. Cuando la caída del cabello, es decir la pérdida de cantidad de pelo se vuelve evidente, ocurre que una mayor cantidad de pelo ha entrado en el período de caída, y esto puede deberse a diferentes factores, que son múltiples, y permiten la clasificación de la alopecia en dos grandes grupos: no cicatriciales y cicatriciales que a su vez pueden ser congénitas (de baja frecuencia, son aquellas en donde no hay cabello desde el nacimiento) o adquiridas.

  • Las alopecias no cicatriciales son las más comunes y pueden mejorar o curarse por medio de tratamientos, como los productos de la gama KERAVIT®, e incluso algunas se revierten espontáneamente sin necesidad de ser tratadas. En este tipo de alopecias el folículo piloso tiene un comportamiento patológico pero sigue con vida a menos que la alopecia se extienda por períodos muy largos (alopecia común o androgenética).
  • La calvicie común o androgenética es la más frecuente ya que afecta al 95% de las personas que sufren pérdida de cabello. Las hormonas masculinas (andrógenos) son las responsables de hacer caer el pelo en personas genéticamente predispuestas.

Según varias estadísticas afectaría a alrededor de un 25% de los varones entre los 25 y 35 años, a un 40% de los mayores de 40 años y a un 50% de los mayores de 50 años, aumentando el porcentaje a medida que consideremos grupos de edad más avanzados. Las mujeres podrían verse afectadas en torno al 28%, aunque no existen amplios estudios al respecto.

La caída se inicia en la coronilla (vértex) o en la región frontal (popularmente las entradas). Con el paso del tiempo la alopecia se hace progresiva y avanza si no se instaura tempranamente el tratamiento apropiado.


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